Cada vez con mayor frecuencia se producen manifestaciones de protesta contra el gobierno en Cuba. Grupos de personas salen a las calles, de día o de noche, para reclamar comida, energía eléctrica y agua y se escucha un grito persistente advirtiendo que finalmente han entendido que más que las personas que gobiernan el problema es del sistema. Ellos gritan libertad.
El paso del huracán Ian por el estado de Florida, en EE.UU., causó una gran devastación. El presidente Joe Biden, aseguró que «este podría ser el huracán más mortífero en la historia del estado», pero lo que poco se informa es que antes pasó por Cuba y causó enormes estragos en una parte de la isla.
El huracán fue catalogado de categoría 3 de alto nivel cuando tocó tierra en Cuba causando una importante marejada ciclónica y fuertes lluvias afectaron sobre todo al oeste de Cuba especialmente a las provincias de Pinar del Río y Artemisa y provocó que toda la isla quede sin electricidad.
El colapso del sistema eléctrico en Cuba y la incapacidad de la dictadura castrista para solucionarlo, provocaron la cuarta noche de protestas en municipios de La Habana y algunas movilizaciones espontáneas fueron reprimidas por las fuerzas del régimen.
Siete de las 14 plantas del país están paradas, entre ellas las dos mayores. Las protestas siguen a las que se produjeron en Camagüey (este), Batabanó (oeste) y en barrios humildes de La Habana como El Cerro, Arroyo Naranjo y San Miguel del Padrón. El jueves y el viernes se detectó asimismo el bloqueo casi total del tráfico de internet desde Cuba desde última hora de la tarde y hasta la madrugada, según denunciaron varias plataformas especializadas. (Infobae)
Los gritos de libertad son reflejo del descontento de gente que demanda libertad para el trabajo, para el emprendimiento, libertad económica, libertad política, libertad de expresión.
Se dan cuenta que lo que no funciona es un sistema político, marxista leninista, que antes fracasó también en todo el mundo y que los mantiene prisioneros en su propio país en una suerte de esclavitud del socialismo del siglo XXI.