Una vez más el presidente Pedro Castillo atacó ayer a los medios de comunicación desde el patio de Palacio de Gobierno, en una reunión con alrededor de 200 licenciados de las Fuerzas Armadas.
«Volteen sus cámaras, enfóquenlos a ellos. A ver si los enfocan… ya ven, esa es la prensa que tenemos. Está sesgada, está coludida para mentirle al país con un grupo de poder que no luchó por los verdaderos intereses del país», gritó enojado con los periodistas y pidió a los camarógrafos del canal del Estado que enfoquen a sus colegas.
Igualmente, ayer el periodista Roberto Ramírez, de Frecuencia Latina, fue víctima de agresiones por parte de simpatizantes del presidente de la República. El reportero de Punto Final se hallaba en la Plaza Mayor de Lima realizando una nota para el dominical y un grupo de personas lo empezó a insultar y agredir en la vía pública, como ha sucedido en los últimos meses con distintos periodistas.
El enfrentamiento que tiene Castillo con el periodismo se debe a la publicación de denuncias sobre corrupción que lo involucran a él como jefe de una organización criminal enquistada en el gobierno.
Eso es lo que no le gusta al presidente, que todos los días se ventilen pormenores de un régimen dedicado al saqueo de los recursos públicos mediante mafias que disputan la concesión de obras públicas.
Los periodistas nada tienen que ver con las acusaciones de “mermeleros” que les gritan los incondicionales del régimen, los militantes de la extrema izquierda que no quieren reconocer el alto grado de corrupción del gobierno de Castillo.
En todo caso, si algún arreglo bajo la mesa ha ocurrido y podría seguir ocurriendo en los grandes medios de comunicación, sería algo que tiene que ver con los dueños o administradores y no con los reporteros que están cumpliendo con recoger y transmitir información.
No agreda a los periodistas que ninguna culpa tienen de “mermeladas” que tendría que probar, como la fiscal se ha encargado de señalar y relatar los delitos cometidos por la mafia del palacio de gobierno, en el expediente que envió al congreso.
Si dices que eres demócrata entonces respeta a los periodistas y a la libertad de prensa, como lo señala el artículo 19 de la declaración universal de los derechos humanos.