No creo conveniente descartar de plano la posibilidad de una asamblea constituyente y mejor sería apoyar esta idea, asumir el reto y proponer la elección de una asamblea que en un plazo determinado revise la carta magna y apruebe las reformas que sean necesarias.
El problema con la propuesta del comunismo es la composición de la asamblea, que en sus propuestas reserva un 30% o 40% a la elección popular y universal y un 70% o 60% para cuotas escogidas arbitrariamente para burlar la democracia.
Cualquier asamblea democrática debe ser elegida por el voto universal de todos los peruanos y no con fórmulas fascistas que buscan sacarle la vuelta a la democracia con cuotas escogidas por quienes pretenden burlarse de la voluntad del pueblo.
Seguramente que la constitución requiere ser modificada, comenzando por reforma del sistema electoral que rescate el sistema bicameral. El sistema electoral está gravemente afectado y requiere ser revisado íntegramente, comenzando por la selección del personal del JNE, Onpe y Reniec y escoger gente que no esté contaminada con la impunidad que rodeó el último proceso.
Pesan graves acusaciones sobre todos los presidentes de la república de los últimos 30 años y sobre los gobernadores regionales y alcaldes provinciales y distritales. Urge cambiar las reglas de protección desmesurada a funcionarios que violan la ley y deberían ser rápidamente procesados, para evitar la desvergüenza de verlos postular nuevamente a cargos de elección popular
Es necesario revisar el sistema judicial y las leyes que regulan la selección y atribuciones de jueces y fiscales. Merece cuando menos una mirada para no volver a caer en lo que son hoy.
La estructura del Estado, con tantos ministerios y organismos públicos descentralizados podría mejorar con criterios prácticos que aseguren su presencia donde ahora hacen falta y no están.
Cambiemos la constitución sí, pero para avanzar por la senda del desarrollo nacional y no para caminar como los cangrejos rojos y terminar bajo ese “progresista” sistema de esclavitud llamado socialismo del siglo XXI.