Dos chivos (machos de las cabras) eran llevados hasta el altar y el Sumo Sacerdote sacrificaba uno de ellos, lo degollaba, lo mataba y pasaba a mejor vida mientras que el chivo sobreviviente corría peor suerte cuando lo soltaban en el desierto para quedar en manos de Azazel, el espíritu malvado, el demonio.
Yom Kippur se llama la ceremonia de los judíos con la que antiguamente buscaban expiar sus pecados, todos juntos, cargados al chivo expiatorio quien de esta manera pagaría por todas las culpas. Expiar es el castigo que corresponde por la falta cometida.
Hasta en seis capítulos de la Biblia aparece este personaje, Levítico 16:7-10, que habla de este acto, Levítico 16:26 “Y el que soltó el macho cabrío como macho cabrío expiatorio, lavará sus ropas y lavará su cuerpo con agua, y después entrará en el campamento”. Isaías 54:4 “Ciertamente El llevó nuestras enfermedades, y cargó con nuestros dolores; con todo, nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y afligido”. Juan:29 “Al día siguiente vio a Jesús que venía hacia él, y dijo: He ahí el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo”. 2 Corintios 5:21 “Al que no conoció pecado, le hizo pecado por nosotros, para que fuéramos hechos justicia de Dios en El”. Hebrero 9:11-14 “cuando Cristo apareció {como} sumo sacerdote de los bienes futuros, a través de un mayor y más perfecto tabernáculo, no hecho con manos, es decir, no de esta creación, y no por medio de la sangre de machos cabríos y de becerros, sino por medio de su propia sangre, entró al Lugar Santísimo una vez para siempre, habiendo obtenido redención eterna. Porque si la sangre de los machos cabríos y de los toros, y la ceniza de la becerra rociada sobre los que se han contaminado, santifican para la purificación de la carne”.
Ese es el origen del dicho usado cuando de pronto capturan a una persona que se sabe es inocente, pero le cargan los delitos cometidos por otros. Cuando alguien comete una falta y no descubren al culpable, lo más probable es que por ahí busquen un chivo expiatorio.
En el derrame de petróleo no faltan quienes buscan chivos expiatorios como en la compra de vacunas que tardíamente llegan para el coronavirus, las laptops para escolares, las plantas de oxígeno, los ascensos militares, los visitantes de la salita de Breña, el cumpleaños de la hijita, la entrevista con la CNN y la licencia de PBO. En todas partes pueden aparecer los chivos expiatorios.