Visitar Arica para los tacneños es algo que forma parte de nuestras costumbres, algunos lo hacen siquiera una vez al año, mientras que otros acostumbran hacerlo casi a diario, según las relaciones familiares, de amistades, estudio o negocios. Algo tienen que hacer mis paisanos al otro lado de la frontera y lo mismo sucede con los ariqueños, principales clientes de las galerías comerciales, restaurantes y servicios médicos peruanos.
Las cautivas es el nombre con el que se conocía a estas dos ciudades, Tacna y Arica, pueblos gemelos desde su origen. Era el puerto natural .El establecimiento de la frontera y el límite territorial, no han podido desaparecer esa relación de hermandad.
El Morro de Arica es una visita obligada para los peruanos que necesitan y quieren respirar la brisa marina que respiraron nuestros héroes. Observar desde lo alto la inmensidad del mar que defendió Grau con su vida, la valentía de Francisco Bolognesi y el arrojo de Alfonso Ugarte.
Desde allí también se pueden ver varias playas dotadas de múltiples servicios para los veraneantes, como La Lisera, la más popular y más visitada por los turistas.
En las calles del puerto como 18 de Setiembre ó 21 de Mayo, abundan los establecimientos comerciales con productos que a veces difícilmente puedes encontrar en Tacna, con otro tipo de telas importadas, calzado, adornos para el hogar o lo último en artefactos electrodomésticos.
Lo mismo sucede en las librerías con literatura distinta o en las panaderías con embutidos, ayuyas y queso chango.
Más nos demoramos en ir de un lado a otro de Lima que salir de Tacna y visitar el puerto de Arica, ubicado a poco más de 50 kilómetros. Un paseo diferente para el que es mejor llevar moneda chilena y familiarizarse antes con el cambio.
La peste cerró la frontera y está afectando gravemente la economía de los pobladores de ambas ciudades.