Esta premisa, que resuena en la obra de Paulo Coelho, nos invita a reflexionar sobre la naturaleza del amor y su complejidad. En un mundo donde las emociones pueden ser efímeras y fluctuantes, Coelho nos recuerda que el amor trasciende lo puramente emocional; implica un compromiso genuino hacia otra persona.
Decidir amar significa asumir la responsabilidad de cuidar, respetar y apoyar a quien elegimos tener a nuestro lado. No se trata únicamente de experimentar mariposas en el estómago o de vivir momentos de pasión desbordante.
El verdadero amor se manifiesta en los actos cotidianos, en la paciencia ante las dificultades y en la disposición de crecer juntos, superando los obstáculos y las adversidades.
Además, amar como decisión requiere desprendimiento y generosidad. Implica elegir diariamente a la otra persona, entendiendo que el amor puede requerir sacrificios, pero que esos sacrificios son parte del viaje compartido.
En sus libros, Coelho nos anima a ver el amor como un acto consciente, como un regalo que se da y se recibe, construyendo una conexión sólida y duradera.
Al final, amar es un arte que se cultiva con la voluntad y la dedicación, transformando nuestro entorno y nuestras vidas.