LA ALHAMBRA

• España es un país que ha sabido aprovechar sus riquezas históricas para desarrollar una industria del turismo del que dependen millones de personas y es que posee atractivos inigualables como La Alhambra, que es un conjunto de palacios construidos para los reyes moros que durante siglos dominaron la antigua Granada.

  Alhambra significa en árabe “Alcázar Rojo” y da pie a los tejados y azulejos de escenarios escapados de las Mil y una noches, en catorce hectáreas rodeadas de gruesas murallas. Tiene complejos arabescos y finos mosaicos en paredes y techos, engastados en oro y nácar.

  En el salón de mármol de las Dos Hermanas las paredes están recubiertas de raros diseños orientales y una bóveda con la forma de un panal de abejas cargado de miel.

  El famoso patio de Los Leones está rodeado de más de cien delgadas columnas y una fuente de alabastro sostenida por doce leones.

  La bella de los Abencerrajes fue escenario, hace muchos años, de una cruel matanza y la creencia popular habla de la presencia de las almas de los príncipes asesinados cuya sangre marcó el color oscuro de su piso.

  Los reyes Fernando e Isabel recuperaron esta ciudad para el reino de España, después de 250 años de ocupación, tras derrotar a Boabdil, el último sultán del reino nazarí, conocido como Muhammad XII.

  Boabdil era rubio, de mediana estatura, más bien alto y esbelto, de ojos claros de luz, tez pálida y semblante tranquilo. Su porte era majestuoso y en los momentos más difíciles, demostró siempre su valeroso corazón y su arrogancia de raza. Fue bravo en las batallas, y aunque herido su cuerpo, como en la batalla de Loja, siempre conservó su dignidad de rey, su dignidad de raza y su dignidad de hombre de corazón, a pesar de tantas y tantas amarguras como tuvo que sufrir constantemente su espíritu y su voluntad, según  reseña Julio Quesada-Cañaveral y Piédrola.

  Lupe Chávarri estuvo por ahí con su inquieta cámara fotográfica y ha tenido la gentileza de cedernos estas tomas espectaculares