Nunca pensé que algún día tendría que escribir una nota para despedir a dos grandes compañeros de trabajo y amigos y hoy lo hago con el dolor que siento al tener que despedirlos.
Ernesto falleció el reciente domingo, día de las elecciones y sobre él escribí una nota que publiqué a principios del siglo primero en “La Industria” de Trujillo y después en un pequeño libro que titulé “Trujillo dí…”
Ernesto Hermoza
Con mención a la presencia cultural de Ernesto Hermoza terminé la anterior opinión dedicada a las andanzas de José Watanabe, en el canal del Estado. Y es que había que reservarle un espacio aparte a quien ocupa la presidencia del directorio del IRTP (Instituto Nacional de Radio y Televisión del Perú).
Afirmamos que teníamos confianza que superarían la dificultad presentada por la suspensión de la señal satelital de Panamsat, debido a emisiones militares no autorizadas. Las transmisiones de tv se han reanudado luego de las explicaciones pertinentes y nuevamente el país entero recibe las señales de radio y televisión del Estado, excepto Trujillo.
Ocurre que, aprovechando esta interrupción no programada, los responsables de la señal del Estado en Trujillo, por razones estrictamente técnicas, decidieron cambiar la antena, por una más grande, que asegure mejores transmisiones.
Y eso no es todo, anuncian que en breve cambiarán también el transmisor, que actualmente es de un kw de potencia, por otro de cinco kw, lo que significa que no solo la ciudad de Trujillo, sino los valles vecinos recibirán directamente esta importante señal educativa.
Insistimos en el aspecto educativo de la programación estatal, porque ahora si estamos seguros que se orientarán todos los esfuerzos disponibles por alcanzar ese objetivo.
Ernesto es el productor, director y conductor del más importante programa cultural de la televisión peruana. Es un viejo periodista que en algún momento sufrió la represalia de la dictadura militar, cuando indiscriminadamente encarcelaban o deportaban hombres de prensa, por grupos de izquierda y derecha, para no inclinar la balanza a ningún lado. El delito era ser periodista.
Ernesto sabe de las angustias que se viven en esa entidad que, poco a poco, a fuerza de empuje que le dan sus propios trabajadores, va alcanzando el sitial que todos le deseamos y demandamos.
Al país entero le interesa contar con un canal de televisión y una emisora de radio con programación predominantemente nacional, cultural y educativa.
Ernesto Hermoza y José Watanabe están en ese empeño y confiamos que tal vez mañana, podamos sintonizar el canal de televisión que todos estamos esperando en Trujillo.(22-04-01)
Tuve el gusto de trabajar con Ernesto y de intercambiar favores. A veces suplía la ausencia imprevista de narradores de noticias que le pagaba con turnos de cámara para cubrir eventos de “Presencia Cultural”.
Me saludaba siempre sonriente con un “vamos Pancho, arriba Tacna” hasta que el peso de los años lo fue apartando der las cámaras y el último domingo decidió dejarnos para siempre.
HUGO GONZALES NICHO
Con Hugo tuve el gusto de trabajar en Radio Nacional y disfrutar de programas de música criolla, con músicos y cantantes que congregaba en el pequeño auditorio de la emisora del Estado.
Vivía y disfrutaba la música peruana y conocía de memoria la vida de compositores y cantantes con quienes mantenía una relación estrecha.
A fines del siglo pasado compartimos la dirección de esa emisora y de él aprendí a conocer más de cerca a grandes exponentes del cancionero nacional, de quienes solamente sabía por los valses, tonderos y marineras que había escuchado en la radio.
Se identificó tanto con ellos que después de jubilado siguió en su afán de difundir la música en “ByS televisión” junto con Néstor Becerra.
Dueño de una voz grave y muy varonil, daba a sus intervenciones ese sonido solemne que durante mucho tiempo identificó a Radio Nacional del Perú.
Hace un par de días le sorprendió un derrame de esos que terminan por cobrarnos la vida. Sus restos serán cremados hoy en el Cementerio Jardines de la Paz.
Ernesto y Hugo, grandes promotores y defensores del arte y la cultura peruana, deben estar ahora juntos seguramente organizando algo en el cielo con aquellos artistas peruanos que se adelantaron en el camino de la vida.