“Esperamos que la presidenta Dina Boluarte y el Congreso puedan llegar a un acuerdo para avanzar las elecciones y que los peruanos puedan confiar en la democracia” fue lo que dijo Bryan Nichols Subsecretario del Departamento de Estado norteamericano para América Latina (RR.EE.).
Y el premier Alberto Otárola, muy diplomáticamente comentó que toman el llamado como la sugerencia de un gobierno amigo, contrariamente a lo que responden opiniones parecidas de los presidentes de México y Colombia.
Se trata de injerencia en asuntos internos de un país soberano y la injerencia, venga de donde venga, jamás debe ser aceptada.
Si adelantar elecciones es bueno para la democracia ¿por qué no adelantan elecciones en Estados Unidos, México o Colombia? Y después nos cuentan cómo les va.
Protestas contra los gobiernos de esos tres países también llegan hasta nuestros oídos y jamás se me ocurriría decirles que renuncien y llamen a elecciones, porque sé que no me van a hacer caso.
Igual pues. Que les hagan caso sus respectivas audiencias, sus familias, los demócratas norteamericanos, los chairos en México y los “progresistas” colombianos.
Jamás han adelantado elecciones en ninguno de esos tres paises pero sus entrometidos dirigentes quieren que en el Perú se rompan la constitución y las leyes electorales para hacerle caso a Sendero Luminoso, que fue el primero en pedir adelanto de elecciones, porque en el congreso son minoría, están ahí pero no pesan. Eso es todo, diría Porky.
Bryan Nichols se comporta de manera mucho más torpe que su embajadora Lisa Kenna acompañando a Ricardo Soberón en una feria de cocaleros en el Vraem.
Son torpes los gringos y por eso perdieron en Viet Nam y de eso conoce mucho su presidente Joe Biden y siguen perdiendo en otros lugares como Afganistán.