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sábado, noviembre 23, 2024

A TRES DOBLES Y UN REPIQUE

Usamos ese dicho para explicar que alguien está sin dinero, angustiado por falta de tiempo. de recursos económicos o lo que es peor, al borde de la muerte, agonizando.

 

Si investigamos de donde viene el dicho encontraremos a Don Ricardo Palma, quien cuenta la historia de un cura y su sacristán, con quien llega a un acuerdo mediante el cual, por cada llamado a misa, por cada repique (que ocurría todos los domingos) el cura le pagaría seis reales vellón, pero el campanero le pagaría al cura dos reales por cada doble, que era el toque de campana cada vez que moría una persona del pueblo y eso ocurría muy rara vez.

 

Sucede que el cura era un tramposo y a mitad de semana le pidió al campanero que vea el santoral y ahí se percató que era el día de San Caralampio, un mártir (obispo cristiano primitivo en Magnesia en Meandro) por quien le encargó tocar un doble y otro tanto ocurrió después cuando el viernes dispuso otro doble para sacar un alma del purgatorio.

 

También murió un anciano y al terminar la semana el sacristán en lugar de ganar dinero quedó debiendo al cura debido a que tuvo tres dobles y un repique.

 

El municipio de Miraflores tiene un Museo dedicado a la memoria de Palma, a cargo del distinguido colega periodista y ex alumno marista Guillermo Guedes, quien se excusa que no recibir visitantes debido a la epidemia, pero promete reabrir en cuanto calmen las aguas.

 

El museo está ubicado en la cuadra uno de la calle Belisario Suárez, fue recientemente restaurado y muestra el acervo cultural de Palma, su vida y la valiosa obra literaria del más grande tradicionalista peruano.

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