Decir a rajatabla es casi como “a pie juntillas”, cree sin dudas ni murmuraciones, confía plenamente, es absolutamente cierto.
A rajatabla es cumplir al pie de la letra todo lo que está indicado en el procedimiento, en el protocolo.
Cumplir a rajatabla es hacer correctamente todo aquello que se había encomendado, al cien por ciento.
La raja de una tabla sigue siempre un recorrido exacto y preciso continuando las líneas naturales de la madera.
Antiguamente las leyes se escribían sobre tablas, una madera, que servía para ser exhibida a la población obligada a cumplirlas. Por eso se habla de las tablas de la ley de Dios, los 10 mandamientos que mostró Moisés.