Es una manera vulgar de decir que es muy barato, poco menos que regalado, es una ganga, una gran oferta.
También se acostumbra a decir a precio huevo, que es como queda abreviado el dicho original, algo que se vende muy por debajo del precio habitual.
Las ferias de pueblo suelen convocarse de manera semanal y son cerradas con el remate de toda la mercadería que los productores prefieren vender a precio huevo, en lugar de regresar a sus sitios de origen con la mercadería sobrante.
Remató las empresas públicas a precio huevo, le decían a Fujimori cuando privatizó las empresas heredadas por su gobierno.
A precio huevo compran tierras agrícolas en Chancay con la confianza que mañana serán urbanizaciones.