Lejos de insinuar un encuentro romántico, a calzón quitao tiene que ver con un compromiso de ser sinceros, a confrontar versiones sin esconder nada, soltando la verdad dura y descarnada, aunque ésta pueda herir a la otra persona.
Vamos a hablar a calzón quitao significa que vamos a conversar para aclarar las cosas, para decir aquello que los buenos modales sugieren mejor callar.
Vamos a hablar a calzón quitao quiere decir que vamos a decir aquello que antes no te dije para no incomodar, pero, en vista de las circunstancias, entonces mejor contar todo, tal como ocurrieron las cosas.
El origen, según los estudiosos, tiene que ver con peleas pactadas como espectáculo, con luchadores desnudos para que no escondan entre sus ropas algo que pueda herir al rival. En algún momento le decían calzones a los pantalones.
Y que hablen a calzón quitao es lo que espera el público de una interpelación a un ministro. Que cuente todo, sin tapujos, que responda aquellas preguntas que le siguen haciendo los congresistas, que explique la razón de sus decisiones u olvidos.
Es oportunidad para que los parlamentarios expresen aquello que despierta dudas o termine por confirmar con certeza lo que está diciendo la calle.
El diálogo es la forma como se resuelven los asuntos en democracia, es la principal herramienta para afrontar los conflictos, de todo tipo, dialogando, conversando, confrontando las ideas y si es a calzón quitao mucho mejor.
La democracia desaparece cuando no se puede dialogar de manera civilizada. Que sea a calzón quitao no significa a gritos y con violencia, insultos ni amenazas.
A calzón quitao es hablar con la verdad en la mano, con pruebas y argumentos, con ideas y escuchando a la otra parte. Cuando todos dicen lo que deben de decir y no esconden nada.
Decir algo y hacer lo contrario no es honesto. Sin diálogo a calzón quitao no puede haber una verdadera democracia.