Los juegos infantiles terminaban alrededor de las 5 de la tarde, cuando el grito de Tarzán anunciaba que estaba por comenzar la transmisión en radio Tacna, de la radionovela del rey de la selva.
Recuerdo que subíamos en grupo hasta el departamento de los Gonzales, en el block “D” de las 200 casas, donde el padre de Hernán, Fernando y Miki acondicionó un ambiente con enormes parlantes que permitían escuchar mejor los sonidos de la jungla, el rugido de las fieras, los tambores africanos, el canto de las aves y los chillidos de Chita, la mona amiga, alertando a Tarzán de algún peligro, que Jane había sido atacada, que habían raptado a Boy, el hijo de ambos.
El señor González trabajaba en el aeropuerto, en la Torre de Control y era radio operador de tráfico aéreo y para eso se requiere especial conocimiento sobre el manejo de los aparatos de radio.
La comunicación con los pilotos debe ser nítida para garantizar el apoyo que desde tierra les brindan para el despegue y aterrizaje.
La primera vez que pude colocarme audífonos fue en casa de los González y de esa manera, desde niño, entendí que existe tecnología capaz de filtrar ruidos y conseguir suma nitidez en la comunicación radial.
Radio Tacna de don José Cáceres Vernal, fue la primera emisora local que se pudo escuchar en mi tierra, desde hace 80 años, cuando no había llegado la televisión, razón por la que pertenezco a una generación que creció muy pegado a esta señal, a esta emisora.
Al terminar la secundaria coincidí con Pablo “Payo” Cáceres Contreras, hijo del fundador de la Radio, en la academia de preparación del profesor Palacios, para postular a la Escuela Normal y aunque el horario era exigente nos dábamos maña para salir los sábados al mediodía en su moto, a 100 km por hora, rumbo a la Boca del Río, hasta la madrugada del lunes que debíamos volver a clases.
El cariño que guardo por Radio Tacna, además de la amistad con Payo, es parte de mi formación personal. En esa Radio había y supongo conserva esa línea, especial preocupación por el buen manejo del idioma y por contribuir a la formación cultural de sus oyentes.
En este cumpleaños rindo homenaje a don José y a su esposa la señora Yolanda, a sus hijos, a los operadores, locutores, periodistas que le dieron y siguen dando vida a una señal que identifica a los tacneños de nacimiento y de corazón.
Un fuerte abrazo Payo, recibe mi humilde saludo con mis deseos para que esa emisora cumpla muchos años más y siga siendo un símbolo y bastión en la defensa de los valores nacionales