El paquete de medidas anunciadas ayer por el gobierno respecto a la epidemia, en pocas palabras, significa que está retrocediendo en la absurda decisión de prolongar cuarentenas que nada pudieron con la propagación de la plaga, pero ocasionaron la quiebra de numerosos negocios.
En marzo, cuando menos las primeras dos semanas, habrá inmovilización únicamente los días domingo 7 y 14 mientras el resto de días habrá libertad de transitar, respetando los protocolos establecidos para la emergencia.
Y eso es bueno debido a que renuncian a limitar la circulación de las personas y queda en la responsabilidad de cada uno no exponerse al contagio. Se reabrirán numerosos negocios.
Los horarios del toque de queda también se modifican y ahora, en el caso extremo será de 9 de la noche a 4 de la mañana.
El ministro de Salud, Oscar Ugarte Ubilluz, dio un mensaje de optimismo al anunciar la inminente llegada de oxígeno importado por el Estado, así como donaciones del gobierno chileno y de las empresas mineras, encabezadas por la Southern Perú.
A diferencia del gobierno de Vizcarra, los actuales ministros aceptan y convocan con agrado el concurso del sector privado, especialmente de las empresas mineras, que están aportando plantas de oxígeno y ayudando a financiar otras operaciones para atender las situaciones más críticas del sector salud.
En mi opinión Sagasti ha tenido la suficiente inteligencia para darse cuenta de los errores y comenzar a corregir aquellos cometidos hasta el momento, algunos de los cuales estaban prolongando absurdamente.
Donde persisten es en la terquedad de reorganizar la policía, que ahora Pepe Elice rebautiza como reforzar y modernizar y jura que es una iniciativa de la propia policía, después que este mismo gobierno despachó abusivamente a varios generales.
La corrección es bienvenida, confiemos que lo del oxígeno se está resolviendo y ahora falta apurar las vacunas antes de volver a romper otro record mundial de incompetencia.