Es una persona que le gusta hablar de todo y durante mucho tiempo, cuenta cada detalle del asunto que les ocupa en ese momento y comenta las circunstancias para exponer el contexto en el que suceden los acontecimientos.
Hay quienes gozan del don de la elocuencia y tienen la facultad de persuadir y convencer con las palabras y nos deleitan con sus conversaciones, claro que después dicen por ahí que habla hasta por los codos.
Y ahí está el detalle, mientras unos hablan de manera elegante y persuasiva hay otros que hablan un montón, por gusto, no dicen nada relevante, nada trascendente, al final hablan por gusto.
Y hablar por los codos debe tener su origen en la gesticulación a la que suelen recurrir, exageradamente, con movimientos de los brazos.