No podemos dar por resuelto un asunto solo con acuerdos verbales, se requiere un compromiso por escrito, con documentos, con algo que respalde lo acordado.
No debemos dejarnos llevar por las promesas y los ofrecimientos de palabra, orales, hace falta algo más concreto.
Son los hechos los que tienen valor, es lo que importa, no las palabras.
Las palabras se las lleva el viento, es una cita latina tomada de un discurso de Cayo Tito al senado romano, y significa «las palabras vuelan, lo escrito queda».
Cayo Tito acompañó a su progenitor a aplacar la Primera Guerra Judeo-Romana.