Es un dicho cuyo origen está en la forma como algunos, niños de poco tiempo de nacidos, consiguen calmarse, se engañan a sí mismos reemplazando la teta por un dedo.
- Yo no me chupo el dedo con esa explicación sobre los Rolex, comentó un periodista algo molesto.
Suele decirse chupar el dedo como la reacción que puede causar una mentira y aquel que la escucha puede o no aceptarla.
- El lagarto creyó que todo el país iba a chuparse el dedo con la explicación por haberse vacunado antes que nadie.
El dicho, según los sicólogos, es una manera como algunos niños combaten el estrés, la ansiedad o el aburrimiento.
- El ministro dijo que con la declaratoria de emergencia acabaría con la inseguridad ciudadana.