No es una intervención quirúrgica tal como la entendemos en un quirófano, con médicos y enfermeras con mascarillas, aunque en el fondo resulta algo parecido.
Decimos que hay que cogerlo con pinzas cuando escuchamos por ejemplo el comentario de un ministro dando cuenta del resultado de su gestión o cuando un delincuente dice acogerse a la colaboración eficaz y denuncia la complicidad de medio mundo.
Hay que coger con pinzas las declaraciones del alcalde que dice haber resuelto lo de los peajes, no vaya a ser que mañana algún tribunal internacional nos haga pagar las culpas de la corrupción.
Con pinzas debemos coger el acuerdo secreto con Odebrecht, cuando se haga público y con pinzas habrá que explorar las cuentas personales de quienes lo firmaron.
Con pinzas hay que ver los reclamos de los transportistas parta evitar contrabandos políticos que podrían querer aprovechar las circunstancias.
Significa que es algo temporal, provisional y hay que tratarlo con mucho cuidado.