Estar entre la espada y la pared es una forma gráfica de advertir que se encuentra acorralado, sin salida, empujado a tener que tomar una decisión que va a causar algún daño, imposible de evitar.
Es un dicho que señala una encrucijada, un dilema, una disyuntiva, habrá que optar por una u otra opción.
Estar entre la espada y la pared describe la escena de un espadachín, tal vez de la edad media, luchando por salvar su vida a cualquier costo, no le queda otra salida.
Cuando le preguntaron por los relojes Rolex la pusieron entre la espada y la pared y tuvo que decir que eran prestados, aunque nadie le creyó, solamente el juez.