Estar chapado a la antigua es conservar modales, costumbres, usos y valores que el tiempo se ha encargado de ir borrando del repertorio de las nuevas generaciones.
Es chapado a la antigua dicen de aquel que cede la vereda a las damas, el asiento en el transporte público o el turno en la cola.
Le dicen que es chapado a la antigua debido a que acostumbra a pedir permiso antes de salir de casa e informa a sus padres el lugar al que se dirige.
Son personas que prefieren métodos, procedimientos y formas de vida transmitidos de generación en generación, con una actitud conservadora, resistente al cambio.