EL SHOW DE LAS ESTRELLAS
Las noches en la playa, en La Boca del Río, eran noches estrelladas y gracias a que sobra tiempo, es que puedes detenerte a observar ese otro espectáculo de la naturaleza que allí se muestra sin disimulo, el show de las estrellas, que comienzas a conocer con las tres marías y luego las más brillantes, las más grandes: el Lucero del Alba (Venus) y siguen otras como la estrella del sur, Sirio, Canope, Alfa Centauro…más de 20 y luego las menos brillantes que, en una noche estrellada pueden ser millones.
Las miras sin necesidad de telescopio y al paso de una estrella fugaz debes pedir un deseo, solamente uno, con la seguridad que se va a cumplir, que es cierto. Las estrellas tienen ese poder misterioso capaz de anunciar la llegada de Jesús. Entonces Herodes reunió a todos los sumos sacerdotes y a los escribas del pueblo, para preguntarles en qué lugar debía nacer el Mesías. «En Belén de Judea, le respondieron, porque así está escrito por el Profeta»… Después de oír al rey, ellos partieron. La estrella que habían visto en el Este delante ellos, hasta que se detuvo en el lugar donde estaba el niño. (San Mateo).
Melchor, Gaspar y Baltazar lo confirmaron y no son cuento, las estrellas dominan el mundo, como el Sol y la Luna sobre las aguas del mar, sobre el tiempo, sobre el clima. Estudiaron los astros Tales de Mileto y los siete sabios de Grecia. Aprendimos en el colegio que los movimientos de la tierra son dos, rotación sobre su eje que dura 23 horas con 56 minutos y el de traslación alrededor del Sol, que demora 365 días y cada cuatro años debemos agregar uno para cuadrar la cuenta.
Pero resulta que hay varios otros movimientos como el de precesión de los equinoccios, sobre la inclinación del eje de rotación de la tierra y varía de 23 a 27 grados, dependiendo de factores como terremotos. Otro es el de nutación, que es la oscilación del polo de la Tierra alrededor de su posición media en la esfera celeste. También existe el Bamboleo de Chandler y las variaciones orbitales o ciclos de Milancovitch.
La desglaciación, aunque prefiramos admitir otras explicaciones, tiene mucho que ver con estos movimientos y la radiación que le toca recibir a cada hemisferio, en periodos de más o menos once años, que es lo que duran los ciclos solares. Hay otros movimientos más complejos aún, que se computan cada 25 mil años y entonces recién comienzas a comprender la razón por la que tantos sabios le dedican la vida solo a observar las estrellas y los enigmáticos eclipses, pero una noche de estrellas en la playa, junto a una fogata, es algo que no te puedes perder.