Fue sorprendido in fraganti, en flagrancia, cuando estaba cometiendo un delito, una falta, hacía algo malo, con las manos en la masa.
Las manos en la masa, tiene que ver seguramente con un panadero, cuando está preparando el pan, en la madrugada, aunque la alusión se refiere a que está metido en algún negocio, según el diccionario de Covarrubias de 1611.
Lo de la flagrancia ha llegado a cambiar la estrategia de la justicia para combatir el delito, al extremo de habilitar juzgados especializados que permiten procesos más rápidos, debido a que en países como el nuestro estos asuntos pueden durar varios años.
De modo que cuando a los delincuentes los agarran con las manos en la masa, es muy probable que rápidamente vayan a parar con sus huesos a una de nuestras tugurizadas cárceles.
En cambio, si se trata de una travesura infantil, la sanción igualmente caerá tan rápido como inmediatamente.