Les dicen a las personas que se quedan calladas y suele suceder cuando alguien es sorprendido en falta, cometiendo una infracción y prefiere mantenerse en silencio.
¿Te comieron la lengua los ratones? Le dice la mamá al niño que jugando con su pelota acaba de romper un florero.
Es una reacción humana que antecede a la advertencia que hacen policías a delincuentes cuando son capturados “tiene derecho a guardar silencio, todo lo que diga puede ser usado en su contra”.
Los niños no conocen de estos códigos judiciales, pero los dominan y prefieren el silencio a la confesión incriminatoria.
Algunos guardan silencio empujados por su extrema timidez y antes de “meter la pata” optan por quedarse callados.
Es el sentimiento de culpa el principal impulsor de los silencios sepulcrales que exhiben los delincuentes.
Los miembros de las mafias tienen una ley no escrita conocida como la ley del silencio, que les obliga a no cooperar con policías, fiscales y jueces, les comen la lengua los ratones.