Es un antiguo dicho que alude a la coincidencia de la aparición de una persona sobre la que estaban hablando, sin saber que llegaría.
El origen de la frase se remonta a la antigua Roma cuando se decía “En mentando al ruin, hele venir” que significaba que de tanto mentar al diablo este se podía aparecer en cualquier momento.
Y como suele suceder con los dichos, van evolucionando y con mayor razón si en el camino también cambian de idioma y luego de pasar por el inglés “Speak of the devil and he doth appear” (en español, “Habla del diablo y él aparecerá”).
La recomendación era para que las personas no se detengan mucho tiempo en conversaciones que mencionen al diablo, no pierdan el tiempo en habladurías.
La frase siguió evolucionando hasta llegar a lo que es el día de hoy, usada simplemente para señalar una coincidencia. También se dice hablando del rey de Roma y el burro que se asoma.