Es una expresión de quienes están acostumbrados a comer cualquier cosa, con tal de matar el hambre. Es un dicho de gente resignada al menú que se presenta, aunque el bocado pueda ser de dudosa procedencia.
Todo aquello que el organismo pueda digerir, entonces, resulta beneficioso para nosotros.
Es una frase que se acomodaba mejor en otros tiempos, cuando se pensaba que ser gordo era símbolo de buena salud. Hoy la gordura es vista con otros ojos y en cambio los médicos recomiendan eliminar todo exceso de peso.
A diferencia del pasado, ahora la producción de snaks y diversos alimentos de fácil consumo, aunque generalmente bajos en nutrientes, están fácilmente al alcance del público.
Lo que no mata inmediatamente tal vez si pueda hacerlo a la larga, con el tiempo.