Es un dicho que advierte el riesgo de confiar en gente inexperta. No se puede encargar el manejo de un negocio a personas que no lo conocen, lo más probable es que en lugar de obtener ganancias resulte con graves pérdidas.
Lo mismo se dice de quienes de pronto se aventuran en una relación sentimental con alguien mucho menor. Es muy posible que acabe en un desengaño tan grande y doloroso como el empeño puesto en una relación irregular, asimétrica, desigual.
Generalmente suele suceder entre hombres maduros, con altas responsabilidades que arriesgan todo por el amor de una mujer menor, jovencita, aunque también existen casos de mujeres mayores involucradas en relaciones con varones jóvenes, menores.
A veces el asunto tiene que ver con aspectos más sutiles que la edad, que es un factor fácil de advertir. Puede suceder, por ejemplo, cuando las personas resultan involucradas con otras que se caracterizan por conductas o comportamientos inmaduros.
Por eso ahora las grandes empresas modernas ponen especial énfasis y cuidado a la hora de seleccionar a su nuevo personal.
Existe otro dicho similar : quien con perros se echa, amanece con pulgas.