Desgracias colectivas como el fenómeno El Niño llegan cada cierta cantidad de años con una fuerza incontenible, lluvias e inundaciones destruyen ciudades, carreteras y puentes, extensas áreas de cultivo. Cuando vuelve la calma abundan zonas aptas para la agricultura y ganadería, crece la producción agraria y algunos recuperan con creces todo lo perdido.
Una epidemia como el coronavirus pone en evidencia la precariedad del sistema de salud en los sectores público y privado y cobra la vida de miles de personas. El Estado se ve en la obligación de mejorar el equipamiento de los centros de salud, contrata más personal y mejoran las condiciones económicas de los trabajadores.
No te dejes vencer por el mal; al contrario, vence el mal con el bien. Romanos 12:21
Una contrariedad puede ser ocasión para extraer algo bueno, ver con optimismo la realidad ayuda a poder aprovechar las circunstancias y conseguir siempre algo positivo.
Juan Ruiz de Alarcón y Mendoza fue un escritor del Siglo de Oro, nacido en 1581 autor de numerosas comedias una de ellas “No hay mal que por bien no venga” que demuestra un gran dominio de las palabras, los refranes y las asociaciones entre ellas. Otra lleva por título “Las paredes oyen”.