Suelen decir nudo gordiano a situaciones para las que no encuentran solución, circunstancias que aparentan ser insalvables, no existe respuesta para ese problema.
El dicho se remonta a Grecia, más de 300 años antes de Cristo y se trata de una leyenda que cuenta la historia de un rey de Frigia (Turquía) llamado Gordias, quien dijo que su sucesor sería quien logre desatar el nudo que había hecho atando su carreta al yugo de sus bueyes, de tal manera que no podía verse los extremos de la soga, escondidos en su interior.
Fue el macedonio Alejandro Magno quien con un golpe de su espada destrozó el nudo, cuando pasó por el lugar en su conquista del imperio persa.
Esto dio lugar a otros dichos “tanto monta” desatar o cortar el nudo de un solo golpe. “Cortar por lo sano” es también una manera de solucionar los problemas.
Varios nudos gordianos complican la vida política de los peruanos como conseguir sanear los organismos electorales en manos de directivos cuando menos sospechosos de cometer irregularidades, transparentar el sistema judicial que deja libres a funcionarios visiblemente culpables de corrupción, desmontar una Junta Nacional de Justicia ideologizada o expulsar del congreso a políticos comprometidos con actos delictivos.