Al caballero Juan Carlos le dicen el diablo no por sus travesuras junto a Sergio, sino por el conocimiento acumulado con los años y la habilidad que tiene para exhibirlos, por ejemplo, a la hora de encender la parrilla.
El dicho más sabe el diablo por viejo que por diablo, advierte que los ancianos poseen conocimientos gracias a experiencias vividas, por encima de aquellos que se pueden adquirir incluso con el estudio.
El diablo es reconocido por saber y conocer todas las artes y ciencias existentes, capaz de atreverse a desafiar incluso a Dios. Es un reconocimiento tácito a sus habilidades y se encarga de subrayar fueron adquiridas con el tiempo, con la edad.
La religión también nos advierte de los peligros del conocimiento, de la sabiduría, que diferencia cuando se trata del conocimiento adquirido en la Tierra.
Porque esta sabiduría no es la que viene de Dios, sino que es sabiduría de este mundo, de la mente humana y del diablo mismo, dice la Biblia (Santiago 3:15).
Los Incas daban un espacio especial a la opinión de los ancianos a quienes reunía para que les aconsejen sobre las mejores decisiones, debido al conocimiento que tenían de hechos similares ocurridos en el pasado.
La frase implica reconocimiento y respeto hacia las personas adultas mayores.