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sábado, noviembre 23, 2024

EL MUNDO ES UN PAÑUELO

Las costumbres de una época quedan congeladas en una frase que seguimos pronunciando, aunque el paso del tiempo la fue despintando. El mundo es un pañuelo puede resultar incomprensible para las nuevas generaciones que comenzarán por preguntarse ¿Qué es un pañuelo?

De niño, adolescente y gran parte de mi juventud tuve el hábito de portar siempre un pañuelo de tela en alguno de los bolsillos del pantalón, fue una característica que se fue extinguiendo.

El pañuelo tenía tantos usos como la necesidad nos presentaba, básicamente para secarse las manos, sonarse los mocos, limpiar la transpiración del rostro, sacar el polvo de los zapatos antes de entrar a clases o bailar marinera si tenías un conocimiento básico de sus movimientos.

El mejor uso del pañuelo, que duda cabe, lo muestran quienes bailan marinera con la destreza de hacerlo revolotear en el aire, es un arte.

Cada quien le daba el uso que quería de acuerdo a sus necesidades. No había gesto más caballeroso que alcanzar pronto el pañuelo a la dama que por alguna razón lo necesitaba en ese momento.

Lo cierto es que no podías salir de tu casa sin un pañuelo y mejor si estaba rociado con un perfume o loción como la recordada Flaño.

Aclarado el enigma del pequeño trozo de tela cuadrada y sus aplicaciones, debemos tratar de entender el significado de la frase que no es otro que graficar que el mundo no es tan grande como suponemos, como cuando de pronto nos topamos en otra ciudad con alguien que no veíamos en años.

Son palabras que tratan de demostrar que nuestro universo es pequeño, tan reducido que pese a las distancias que podrían ser lejanas, en tiempo y espacio, resultan minúsculas cuando volvemos a estrechar esa mano amiga.

Un día, hace pocos años, me crucé en el camino con un señor de bigotes blancos que me miró fijamente y me pregunté ¿Quién será ese viejo que me mira tan feo? Y luego ese señor me pasó la voz por mi nombre y nos reconocimos como compañeros de aula de la secundaria.

El mundo es un pañuelo y nos recuerda que el tiempo pasa volando, como una cabriola en el baile.

 

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