La expresión salvado por la campana tiene un origen muy diferente al significado que le solemos atribuir, como si se tratara de un boxeador y la campana anuncia el término del round, el asalto o la pelea y alguien resulta favorecido cuando está al borde del knok out ko.
La expresión se remonta a la edad media, tal vez antes, cuando por falta de espacio se usaba la misma tumba, el mismo lugar para sepultar a otros muertos. Retiraban los huesos del anterior y ocupaban el espacio con el nuevo cadáver.
Al momento de abrir las tumbas descubrían a veces que los habían enterrado vivos y con sus manos intentaron romper el ataúd.
La catalepsia es un estado en el que la persona permanece inmóvil, sin signos vitales, pero está consciente de lo que sucede a su alrededor.
Efectos similares de narcosis eran causados por la mezcla de licores con recipientes metálicos, de estaño, y las personas intoxicadas podían quedar tendidas en cualquier lugar y eran dadas por muertas. Al desintoxicarse y despertar ocurría que estaban sepultados con vida.
Esto dio lugar a la costumbre de “velar” a los muertos, que eran colocados sobre una mesa un par de días, mientras la familia seguía usando el mismo mueble para consumir sus alimentos.
A alguien se le ocurrió amarrar un brazo del difundo a una cuerda que, en el otro extremo, ataban una campana que podría alertar si despertaba.
Finalmente esta tarde veremos en el congreso si los miembros de la Junta Nacional de Justicia son removidos de sus cargos o son salvados por la campana.