Que algunos malos pastores evangélicos resulten implicados en escándalos mediáticos no es novedad, no faltan en las iglesias, aunque generalmente acusados de malas conductas sexuales, de sostener relaciones con hermanas o hermanos o de cometer delitos económicos como el robo a sus propias congregaciones.
Conocí a uno que paseaba por el mundo, por los cinco continentes y se hospedaba en los mejores hoteles, gracias al diezmo de los feligreses, no tenía trabajo conocido, ningún ingreso económico fuera de la iglesia.
Lo que llama la atención en estos días es la acusación de narcotraficante que pesa sobre un pastor evangélico, cabecilla de una organización criminal que operaba al sur de Lima.
Se trata de Kola Berishaj (Baba), ciudadano montenegrino (ex Yugoslavia) quien en este momento se mantiene prófugo mientras varios miembros de su organización criminal fueron detenidos por la policía antidrogas.
Efectivos de la Dirandro incautaron 100 ladrillos de cocaína de alta pureza estimados en 10 millones de dólares, camuflados en un camión conducido por Fernando Sangama Gómez (Chuy)en la urbanización Monte Rosa en San Martín de Porres.
También detuvieron a Juan Reyna Sánchez (caballo), financista del transporte de ladrillos que debían ser llevados al Callao. Santiago Jiménez Vásquez (Doctor) sería dueño de una clínica y mano derecha del pastor Kola Berishaj.
No es el primer caso en el mundo que un pastor evangélico en realidad era cabecilla de una organización criminal, el pastor colombiano Franco Cortez fue detenido en el año 2008 y condenado por tráfico internacional de drogas, por ingresar a Costa Rica una embarcación cargada de clorhidrato de cocaína.
Aunque no era el líder principal de la iglesia evangélica en el sector Golfito, lo cierto es que este tenía un liderazgo y esto de alguna manera lo utilizaba para cuando se le hacían depósitos de dinero explicaba que eran por concepto de diezmo.