El problema del país tiene que ver con el grado de educación de la gente y resulta muy difícil encontrar unidad para alcanzar objetivos comunes cuando algunos comienzan a aplicar las grandes ventajas que trae consigo la inteligencia artificial mientras otros quedaron congelados en el tiempo y siguen en la edad de piedra, con guaracas.
La robótica se está aplicando, de manera silenciosa en el comercio, la industria, minería y agricultura con el consecuente ahorro de tiempo y dinero mientras algunos energúmenos, unos pocos trogloditas intentan promover revueltas enarbolando banderas de colores distintos a nuestro símbolo patrio.
Algunos grupos humanos no desarrollaron la tecnología de fundición de metales y prolongaron, en su ámbito, la etapa lítica y les cuesta salir de ella, se resisten a la minería, son anti extractivistas.
Dina Boluarte dejó pasar la oportunidad de explicar que el país vive de lo que exportamos, el salario de los peruanos es resultado de lo que vendemos al mundo y en eso hay cuatro actividades claves que son minería, pesca, agro exportación y producción no tradicional.
En lugar de usar tanto tiempo en contar lo que ya sabemos y de justificar la existencia de tanta burocracia en tantos ministerios, de anunciar lo que anuncian todos los presidentes, de prometer lo que todos prometen, bien pudo centrar su discurso en un breve paquete de medidas destinadas a mejorar la minería, pesca, agro exportación, la producción en general.
Pudo anunciar que ya no se permitirá el ataque impune contra centros mineros, como todavía ocurre en el corredor minero del sur, que tampoco permitirá ataquen centros de producción agraria como ocurrió en Ica y Arequipa a principios de este año, que se combatirá la pesca ilegal, la pesca pirata nacional e internacional.
Dina, como la gran burocracia, mantiene una visión estatista del gobierno cuando lo que se necesita es gente que pise tierra y reconozca que el Estrado peruano no produce ni un gramo de oro o cobre, ni cultiva ni un mango, ni pesca ni una anchoveta. Deben darse cuenta que la solución pasa por promover la inversión privada.
Dina, ayude a los trogloditas a salir de la edad de piedra en la que se encierran por razones puramente ideológicas.