A propósito de las diarias y cada vez más tediosas “conferencias de prensa” del presidente Vizcarra, quiero hacer dos breves comentarios.
El primero tiene que ver con la naturaleza misma de lo que ocurre. No se puede llamar conferencia de prensa a un acto en el que las preguntas fueron previamente acordadas y cuyas respuestas, evidentemente preparadas.
Es como una obra de teatro mal montada, con actores novatos y temerosos de la improvisación, carecen de espontaneidad. No es conferencia de prensa. Y así se dan el lujo de no responder a las preguntas ¿ ya sabemos el nombre de los proveedores chinos?.
Lo otro tiene que ver con el mal llamado lenguaje inclusivo. Peruanos y peruanas, ciudadanos y ciudadanas, niños y niñas, y así sucesivamente usar el masculino y femenino innecesariamente cuando bien se puede decir peruanos, ciudadanos o niños. En buen castellano sabemos que se refiere a personas de uno y otro sexo.
Se pretende así evitar un supuesto sesgo sexista que sin embargo la Real Academia de la Lengua RAE rechaza. Este tipo de desdoblamientos, señala la RAE, son artificiosos e innecesarios desde el punto de vista lingüístico. En los sustantivos que designan seres animados existe la posibilidad del uso genérico del masculino para designar la clase, es decir, a todos los individuos de la especie, sin distinción de sexos.
“ La actual tendencia al desdoblamiento indiscriminado del sustantivo en su forma masculina y femenina va contra el principio de economía del lenguaje y se funda en razones extralingüísticas. Por tanto, deben evitarse estas repeticiones, que generan dificultades sintácticas y de concordancia, y complican innecesariamente la redacción y lectura de los textos”.
Además de huachafo, el uso del mal llamado “lenguaje inclusivo” por parte del presidente Vizcarra y algunos de sus ministros, resulta un abuso para quienes, como la Real Academia de la Lengua, no compartimos la extravagancia y rechazamos su imposición.
Apoyo, aplaudo y agradezco el toque de queda, el aislamiento social y el abnegado esfuerzo de médicos, enfermeros, policías y militares y toda la gente que a diario expone sus vidas para enfrentar el coronavirus, pero no el lenguaje huachafo.01-04-20