A mis colegas de Willax, con respeto y mejor intención, les digo que están equivocados en el caso del impedimento para el acceso de Karina Aliaga al congreso, por la nota sobre desayunos.
Y es en particular a Karina que le digo no debe buscar llamar la atención con actos que pueden ofender la dignidad de las personas. Cae en el juego de la izquierda radical empeñada en disolver el congreso.
No estuvo bien que compre un desayuno de carretilla y luego lo ofrezca a los congresistas. Pudo ser interpretado como una ofensa. Fue como decirles son unos muertos de hambre, aunque no fuera esa la intención.
Supongo la finalidad fue otra, pero debe comprender que la función del periodista no es causar risa, ni burlarse de nadie, nuestra tarea es recoger información y trasladarla al público, sin manipulación, de manera objetiva.
Existe una campaña política que busca cerrar el congreso para instalar una asamblea constituyente, que pondría fin a lo poco que nos queda de democracia.
El congreso no ha pagado ni un solo desayuno de 80 soles que dicen pagó. Por ahí fueron los disparos. Acabaron con el bufet de los días de sesión del pleno y la fiscalía investiga si hubo delito.
No compraron nunca la alfombra supuestamente sobrevaluada y los estacionamientos son para vehículos oficiales del congreso y del personal. No para congresistas, como mal se informó.
Esto le costó el puesto a un funcionario brillante como José Cevasco y es otro motivo del que se agarran quienes quieren instaurar un gobierno comunista.
Ha hecho bien Miguel Seminario en poner los puntos sobre las íes y para quienes no lo conocen puedo dar fe que es un periodista honesto, que también ha sido reportero y de los buenos y debemos reconocer su actitud valiente y correcta.
El congreso no es un circo y los periodistas que acceden a él deben guardar compostura y respeto, el mínimo que cualquier persona debe tener cuando accede a casa ajena.
Nadie en su sano juicio entra a la casa del vecino para burlarse y tratar de ponerlo en ridículo. Buenos modales es lo menos que se espera de los profesionales del periodismo.
Karina es una chica inteligente y debe ponerse en los zapatos de personas elegidas de manera democrática, que no están ahí para ser objeto de burlas ni humillaciones.