La falta de aulas, de infraestructura escolar, es tan grande que pasarán varios años antes que el país consiga atender debidamente esta necesidad nacional, este problema generado por varios malos gobiernos de los últimos años.
Por algo hay que comenzar y no veo que esté sucediendo cuando estamos a pocos días del inicio del año escolar en los colegios del Estado. Como de costumbre, los particulares ya comenzaron las clases y llevan una delantera que también habrá que eliminar con el tiempo.
Está bien que el ministro denuncie que la corrupción levantó más de 700 millones de soles en asesorías y consultorías, pero además de cerrar esa fuga sería bueno verlo cargar bolsas de cemento en alguna obra escolar.
Igual quisiera ver a los congresistas educadores que hasta partido político tienen, pero no se ensucian los zapatos en la construcción de nuevas aulas.
Gobernadores regionales y alcaldes provinciales y distritales podrían dar el ejemplo en sus respectivas comunidades, pero no veo a ninguno intentar algo que los últimos gobernadores, alcaldes y regidores no hicieron por los niños del Perú.
No es tarde, aunque comiencen las clases, la necesidad sigue ahí, a la vuelta de la esquina y hay millones de peruanos, trabajadores de construcción civil que no tienen empleo. Se han dedicado a participar en las protestas callejeras y ahora les dicen los de destrucción civil.
Pónganse a trabajar carajo y dejen de andar pensando cómo le van a robar el dinero al pueblo. Es la oportunidad que tienen de participar en una cruzada por los niños que reclaman educación, es la ocasión que les brinda la historia para hacer algo grande para el Perú, es el desafío que nos trajo el destino y el momento en el que debemos de actuar.
Atiendan el reclamo de los niños y hagamos lo que nos están reclamando a gritos.