Un viaje por el túnel del tiempo es lo que ofrece los viernes por la noche un restaurante de anticuchos en la plaza de Surco viejo, “Señorío Criollo” José Gálvez 224, en una esquina, al costado del palacio municipal, con la actuación de un cantante muy alegre y divertido.
Se llama César Aranda quien además de contar chistes, a veces subidos de tono, entona canciones del recuerdo, de entre los años 60 al 80 y atiende pedidos del público gracias a una memoria privilegiada capaz de rescatar canciones escondidas que creía olvidadas.
Comenzó con una canción del grupo chileno “Los galos” siguió con “Los blue splendor”,“Capablanca” y Patricio Renán: saltó a Argentina con Leonardo Favio, Sandro y Palito Ortega y luego al Brasil con Roberto Carlos y Nelson Ned. De España recordó a Nino Bravo, Joan Manuel Serrat y Raphael y de México a José José, Maná y Juan Gabriel y remató la noche con boleros de Pedrito Otiniano y Lucho Barrios.
Es en esta última parte que remueve emociones y consigue que el público lo acompañe en un coro algo desorejado pero cargado de emociones.
Para el éxito del espectáculo mucho tiene que ver el sonidista que opera equipos de muy alta fidelidad que hacer sentir la sensación de estar con los músicos ahí en el restaurante, que difícilmente puede albergar a 50 personas.
Fue un show espectacular que pude disfrutar gracias a la gentil invitación de José Castro Machado, asiduo comensal como el selecto público que acostumbra comenzar el fin de semana en ese tranquilo rincón de Surco.