Fue quien me invitó a participar en Radio Bethel para que exprese comentarios sobre actualidad política. De baja estatura, caminar calmado y mirada escrutadora, Guillermo Morales Cavero es hombre de radio de nacimiento, genéticamente radial.
Hijo de Guillermo Morales Lazo, una leyenda en la historia de la radio, fue criado entre auditorios, cabinas de locución y salas de control, mientras su padre conducía los más importantes espacios de noticias.
Con los años aprendió a lidiar con periodistas, publicistas y funcionarios encargados de otorgar los permisos para abrir nuevas emisoras, en cualquier parte del país.
Conoce los trámites administrativos y domina hasta el más mínimo detalle en la producción de programas radiales, razón del apodo “El profe”.
Anticipa errores que los novatos suelen cometer y conversa con ellos, a veces horas, para hacerles comprender la razón de cada disposición que sugiere para mejorar la producción y emisión de programas.
Es una fuente permanente de información y como buen periodista gusta estar al tanto, al segundo, del acontecer diario. Avisa cuando hay un sismo en provincias, un gran terremoto en cualquier parte del mundo, la renuncia del ministro, la muerte del personaje, la ley que acaban de aprobar o el fallo del juez.
Con mente fría y mucha anticipación advierte de la necesidad de debatir sobre un tema que pronto estará en el candelero o modificar la programación para adaptarla a procesos electorales.
Como a muchos, la emergencia sanitaria trajo abajo proyectos que estuvo madurando durante buen tiempo y después de meses de confinamiento, ha comenzado a dar los primeros pasos para romper el aislamiento y retomar esos sueños en los que confía su futuro y el de sus hijos.
La fuerza está contigo Guillermo, hay que luchar con optimismo y con la confianza de saber que la experiencia y el conocimiento sabrán resolver las más graves dificultades.