Para ver hay que mirar y para oir hay que escuchar. Castillo va salir del gobierno en el mes de agosto, siempre que en el congreso cumplan puntualmente con el debido proceso del juicio político que corresponde. Los presidentes no pueden ser acusados por fiscales mientras gobiernan, pero sí enjuiciados en el Congreso.
El pleno aprobó por 72 votos el informe final de la Comisión de Fiscalización y Contraloría que recomienda acusar constitucionalmente a Pedro Castillo por liderar “una organización criminal conformada por funcionarios públicos y particulares, que estaría enquistada en el Poder Ejecutivo”.
En consecuencia, lo que debe venir es el juicio político a Castillo y cuanto más rápido mejor. Y esa será la mejor vacuna que se aplique en el Perú no solo contra la corrupción sino también contra la incompetencia de la izquierda y el comunismo internacional.
Cero a la izquierda es la forma como en castellano calificamos al inútil, al incapaz, al incompetente al que no es apto para gobernar y es la nota que recibe este primer año de gobierno de Pedro Castillo. Ojalá también el último.
Cero a la izquierda es lo que le decimos a quien dentro del grupo intenta decidir, pero su comentario jamás es tenido en cuenta, pasa desapercibido, es el que no vale para nada, es un completo don nadie, lo que diga no importa.
Lo malo es que con Castillo y su corte el asunto nos complica a todos, a los 33 millones de peruanos que tenemos que pagar sus ridículas decisiones.
Si nombra a un caballo de ministro del interior la culpa no será nunca del caballo, es del que se le ocurre que un caballo puede ser ministro. Y son siete en menos de un año.
Cuando escucho a sus ministros convertidos en defensores de lo indefendible y reclaman pruebas debo decirles que las mejores pruebas son ellos mismos. Si la tesis plagiada no es prueba, ni los 20 mil dólares en el baño, ni el puente Tarata, ni la compra mafiosa de biodisel les convence, ni el testimonio de comandantes generales del ejército, aviación y policía, ni el testimonio del Jefe de la Sunat, ni del contralor de la república les persuaden a entrar en razón, entonces mírense en el espejo, ustedes mismos son las mejores pruebas. No hacen nada y este mes cobran 60 mil soles, fuera de muertos y heridos.
El vínculo entre el presidente, el secretario de su despacho Bruno Pacheco y Juan Silva, exministro de Transportes y Comunicaciones, así como su relación con el empresario Zamir Villaverde y sus sobrinos, fue evidenciado, corroborado y confirmado varias veces. “Son las caídas hondas de los Cristos del alma de alguna fe adorable que el Destino blasfema”.