Sin libertad de prensa no hay democracia y cualquier ataque al periodismo es un ataque al sistema democrático. Los gobiernos comunistas no aceptan libertad de prensa y expresión y Cuba, Venezuela y Nicaragua son la mejor prueba, la indiscutible demostración.
El secuestro de periodistas de América Televisión constituye un atropello a varias leyes, a varios artículos de la declaración Universal de los Derechos Humanos:
Artículo 19.- Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.
Artículo 13 .- Toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su residencia en el territorio de un Estado.
El comunismo, desde su aparición rechazó cualquier asomo de independencia de sus gobernados. La historia registra más de 50 millones de muertos en la Unión Soviética por atreverse a discrepar con la cúpula del partido.
El secuestro del periodista Eduardo Quispe y el camarógrafo Elmer Valdiviezo, y obligarlo a leer y difundir un comunicado para recuperar su libertad, recuerda la década de los años 80 cuando Sendero Luminoso asesinaba sin piedad a civiles indefensos.
Las rondas campesinas no surgieron para secuestrar periodistas, son la respuesta a la delincuencia común, pero es obvio que algunos ronderos se han politizado, alentados por Pedro Castillo y su banda para imponer ideas radicales en las comunidades.
Tampoco hay que confundir Rondas Campesinas con Comités de Autodefensa, estos últimos surgidos para enfrentar al comunismo de Sendero Luminoso y del MRTA, de aquello que está destruyendo a las rondas por dentro.
Los periodistas no nos quedaremos callados hasta que la policía cumpla con su deber, capture a los secuestradores, los malos ronderos y sean procesados y encarcelados como corresponde.