Pasó sus últimos años refugiado en una casa de reposo a donde van a dar las personas mayores que dejan en el olvido hasta su propio nombre. Allí estuvo protegido hasta de sí mismo debido al riesgo que corría si seguía caminando sin rumbo por calles desconocidas donde alguna vez lo sorprendió la noche, tal vez la más oscura de su vida.
Conocí a Julio Higashi en la sala de redacción del diario Correo de Lima, hasta que la dictadura de Juan Velasco estatizó todos los medios de comunicación, como suelen hacer los regímenes comunistas y tuve que volver a Tacna.
El continuó con la nueva administración gobiernista hasta que años más tarde Fernando Belaunde Terry fue nuevamente elegido por el pueblo para restaurar la democracia herida por el golpe militar y devolvió Correo a sus legítimos propietarios.
Pasó a trabajar con Eduardo Orrego Villacorta en el ministerio de Transportes y Comunicaciones y la municipalidad de Lima hasta que el bicho del periodismo lo empujó primero a Panamericana y después al canal 9 (ATV).
En este último es que volvimos a trabajar juntos, en distintos periodos y durante varios años y es cuando mejor pude conocer de sus habilidades para encontrar el titular exacto, la frase redonda, el arte de contar la noticia aprovechando la riqueza del lenguaje.
Supo darse cuenta y sacó ventaja de las nuevas posibilidades que daban los modernos equipos de edición, con insertos de imagen y audio, con nuevas técnicas que revolucionaron la televisión.
Compartimos la satisfacción de producir los mejores programas de noticias gracias a la “muñeca” que tuvo para escoger reporteros y redactores, camarógrafos y editores, choferes y presentadores de noticias. Todos tenían un papel clave y así los valoraba.
Cuando dejó la televisión se dedicó de lleno a su pequeña empresa “Imagen y noticias” donde también lo acompañé para brindar asesoría en comunicaciones a entidades públicas y privadas.
La última vez que intentamos una nueva aventura fue cuando me pidió que deje todo lo que estaba haciendo para apoyar el relanzamiento de un canal con empresarios que nunca entendieron lo que es una noticia. El proyecto fracasó.
Ahí es que le perdí el rastro y no supe más de él hasta que un día se extravió en la oscuridad de una noche fría, que lo sorprendió caminando por un barrio desconocido, en un mundo que le resultó ajeno, en una vida que no era la suya.
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Velatorio lunes 20 de junio 9 am en los velatorios de jardines de la Paz en la Molina ( Calle Monte Real)
Martes 21 11:30 en misa de cuerpo presente Cremación 12m