Javier Puga
Se fue Javier Augusto Puga Cobian, como suelen irse los genios, sin que algunos se dieran cuenta que estaban junto a un personaje singular del pensamiento, acostumbrado a transitar siempre optimista por las calles de Cajamarca.
La trascendencia en Friederich Nietzsche y Conversando en los cielos de Garuda, son obras suyas. Sobre la segunda Juan Alvarez Vita, abogado, juez, historiador y embajador afirma se trata de una narración sin antecedente alguno en la literatura de lengua castellana. En ella encontramos la cultura de los Andes prehispánicos, la que al Perú llegó de Europa a través de España formada con aportes hebreos, cristianos e islámicos y se amalgamó con la indígena creando una nueva cara, pero, al mismo tiempo, sigue por los confines de Asia y África. Puga Cobián ha elaborado una obra que es la más universal de todas las que el genio de la lengua castellana ha producido.
Nuestro amigo común Giovanni Quero, me dio la noticia cuando estaba por llamar para preguntar por la salud de Javier, de quien supe en los últimos días estaba luchando contra un cáncer que finalmente le ganó.
Lo conocí en Cajamarca gracias a la amistad que tuvo con Luis Rey de Castro, quien se nos adelantó hace unos años y compartimos algunos momentos en la ciudad de los Baños del Inca, del Cuarto del Rescate, de la región de las colinas de oro.
Conocí a su esposa y visité su casa, colonial, sólida y con detalles propios de un tiempo distinto que privilegió el respeto a las plantas. Me dio su tarjeta de Minera Cerro Cushuro.
Disfrutaba del ajedrez y fue de los primeros en advertir que Newmont se equivocó con Yanacocha, al esquivar inversión en infraestructura sanitaria, educativa, vial y habitacional y dio la voz de alerta por los riesgos de contaminación ambiental.
Rápidamente me explicó la diferencia entre cajachos, cajamarquinos y cajamarqueses, (Rocío habla de Cajamarcudos), muchos de los cuales hoy deben estar lamentando la partida de un notable exponente del pensamiento moderno.
Se fue un grande de Cajamarca, rica en oro y en personas que aportan sabiduría y voluntad para construir esa patria con la que soñaron nuestros libertadores.