- Argumentan con falsedades que los trabajadores habían quemado su “bandera de guerra”.
- No reconocen que, en su criminal actitud de extorsionar, hicieron destrozos a la propiedad privada y atentaron contra la vida y la salud de miles de ciudadanos causando millonadas pérdidas económicas
Periódico Digital La Región Sur, 24 abril 2022.- Tras una escalada de destrozos a la propiedad privada, a la economía de la región y del país, al derecho al trabajo de 2500 trabajadores, de 10 mil trabajadores aproximadamente de manera indirecta y sobre todo, a la vida y la salud de 5 mil familias del campamento de Cuajone, hoy, desnudadas sus maliciosas intensiones, se han dedicado a despotricar y desmerecer el sacrificio de los valiente trabajadores mineros que con su decisión de ir a abrir las válvulas con sus propias manos, para dar pase al agua, que significa vida y salud de sus familias, pese a correr el riesgo de un enfrentamiento con los comuneros, éstos, tratan de difamarlos y hacerlos ver como unos vándalos.
En su último comunicado los comuneros de Tumilaca, Pocata, Coscore y Tala, dirigidos por los “iluminados” empresarios, y dirigentes de estas comunidades campesinas, señalan que los trabajadores de la empresa habían incendiado sus pertenencias, además que por el lado norte de Viña Blanca, había ingresado maquinaria pesada y luego habían destruido y enterrado sus cabañas conjuntamente con sus pertenencias.
Asimismo, señalaron que los trabajadores de la empresa quemaron su bandera considerada como una bandera de guerra o “símbolo importante de la comunidad”, como un acto de provocación.
Los comuneros dicen que estos actos fueron cometidos al promediar las 8h30 a m; es decir, antes de que llegara la comitiva oficial integrada por representantes de la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM), y de los gobiernos regional y local que debían constatar que los comuneros habían levantado la medida de fuerza.
Sin embargo, cuando los trabajadores de la empresa se constituyeron con la comitiva de gobierno, no encontraron a nadie en el lugar, lo habían abandonado al enterarse que el gobierno había dictado el estado de emergencia.
QUE DICEN LOS TRABAJADORES
Los trabajadores mineros denunciaron que los comuneros que tenían bajo su control la represa de Viña Blanca, por casi 60 días, causaron destrozos en el reservorio que abastece de agua al campamento minero de Cuajone, dañaron la válvula que permite el paso del agua y abrieron a la fuerza un forado en un muro de contención por donde se estaba filtrando el agua, poniendo en riesgo de un posible desembalse, así como los daños a la vía férrea, cables de conexión, postes de madera, bloqueo de carreteras con piedras, forados en la carretera que solo pudieron hacer con equipo pesado, daños que fueron negados por los dirigentes.
Todo indica que el objetivo de los comuneros es desnaturalizar el trabajo realizado por los valientes trabajadores que, en defensa de sus puestos de trabajo, la salud y la vida de sus familiares, estuvieron decididos a enfrentarse a los comuneros que eran encabezados por sus dirigentes con la finalidad de extorsionar a la empresa para lograr un pago de cinco mil millones de dólares más el 5% de utilidades. Cosa que no se logró.