El bicentenario de nuestra independencia nacional fue el motivo de un acto que congregó a diversos personajes de mi tierra, Tacna, el último jueves, donde fui uno de los invitados que recibió un diploma y una medalla de parte del Patronato que preside el magister Jaime Bautista Aquino, en el histórico Teatro Municipal.
Me tocó recibir este reconocimiento a mi modesto aporte al quehacer regional y nacional, mediante el periodismo, junto al poeta, escritor y cronista Fredy Gambetta Uría, con quien me une una amistad de toda la vida, desde la niñez y por quien siempre he expresado públicamente mi admiración.
De modo que la distinción encierra un doble significado que agradezco sinceramente, al igual que al presidente de la Federación de Periodistas del Sur, David Cárdenas Colque, que también fue distinguido y en la mañana me invitó a dialogar con un grupo de colegas sobre redacción periodística y riesgos a los que estamos expuestos, en un taller de capacitación organizado por Fepsur.
Me sorprendieron cuando me invitaron en el Teatro a dirigir unas palabras al público y comencé por reiterar el honor tan grande que me hicieron al entregarme el diploma junto a Fredy y comentar que la lucha por la independencia comenzó precisamente en Tacna, diez años antes de la proclamación de San Martín, con la rebelión que encabezó Francisco Antonio de Zela y Arizaga.
Fue una lucha, dije, que duró muchos años más, después de la proclamación, debido a que los peruanos tuvieron que seguir luchando hasta el combate del 2 de mayo de 1866, casi medio siglo después y que él acto en el que estábamos participando era un reconocimiento a todos aquellos que ofrecieron sus vidas para que ahora podamos cantar que somos libres, seámoslo siempre.
Gracias amigos del Patronato del Bicentenario de la Independencia del Perú, región Tacna, gracias amigos de Fepsur, gracias Polo Vásquez Maldonado, Juan Carlos Sarmiento y demás colegas que me regalaron con sus atenciones.