De baja estatura, sonriente siempre y cuidadoso en el vestir, elegante, generalmente de terno oscuro, corbatas sobrias y zapatos relucientes el ingeniero César Acuña que conocí hace 20 años en Trujillo, no había participado en política y vivía preocupado por la marcha de la universidad que lleva el nombre del más grande de los poetas, César Vallejo.
Nació en Ayaque, distrito de Tacabamba, provincia de Chota y al igual que sus once hermanos terminó secundaria en el Colegio de Tacabamba. Se trasladó a Trujillo para estudiar ingeniería y muy joven, antes de graduarse ya había puesto en marcha su propia academia de preparación pre universitaria, que resultó la semilla de su exitosa trayectoria empresarial.
Estudió Maestría en Dirección Universitaria en Colombia y Doctorado en Educación en la Universidad Complutense de Madrid, Posdoctorado en Comunicación, Educación y Cultura por la Universidad Santo Tomás, Colombia, Magíster en Administración de la Educación por la Universidad de Lima, Perú.
La expansión empresarial comprende todo el norte, parte de la selva, la sierra central y el sur, prácticamente está en todo el país y es la fortaleza que no tienen sus competidores del proceso electoral convocado para el 11 de abril.
Su carrera política que comienza como congresista en el 2000 y fue reelegido, luego fue alcalde de Trujillo, también reelegido y Gobernador Regional.
Lo que ocurre con Acuña es que es un ciudadano de pueblo, autentico, de esa raza de gente trabajadora que lleva en la sangre el gen de la solidaridad, amigo de sus amigos y exponente del éxito que pueden alcanzar los emprendedores.
Va a ser presidente de la república, me advirtió Juan Carlos Sánchez Polli y no le creí, pero después de seguir de lejos su rápida trayectoria empresarial y política sospecho puede ser nuestro próximo mandatario.
Sus adversarios buscan destruirlo con memes en las redes sociales y caricaturas en diarios, revistas y espacios en radio y televisión, pero sospecho antes que restarle votos le suman adhesiones de gente que se da cuenta del abuso mediático.
No soy adivino ni puedo asegurar que se cumpla la predicción de Juan Carlos, pero a César Acuña lo veo ahora como serio aspirante a la presidencia de la república, que arranca con varias ventajas como su presencia efectiva en todo el país, destacada trayectoria política y empresarial, reconocimiento de su calidad humana por parte de quienes lo conocen y posee el sustento económico que carecen las demás agrupaciones políticas.
Alianza para el Progreso es el único partido con candidato natural capaz de ganar la votación al que ponga el gobierno.