En el juicio por los tres millones de dólares que entregó el director de Odebrecht Jorge Barata a Ollanta Humala y Nadine Heredia, el fiscal Atoche ha presentado nuevas pruebas que vinculan a Inacio Lula Da Silva con la pareja.
José Alejandro Graña Miroquesada, colaborador eficaz, informó a la fiscalía que, en un evento desarrollado en Brasil, se le acercó el expresidente Lula para pedir a un grupo de empresarios peruanos apoyar la candidatura de Ollanta Humala.
Lo más grave de este caso pasa desapercibido en los medios de comunicación que no ven lo evidente. Lula da Silva es uno de los principales impulsores del Foro de Sao Paulo, que busca implantar regímenes comunistas en toda Sudamérica. La acusación fiscal está demostrando eso y los medios ponen poca atención. La injerencia del Foro de Sao Paulo es algo mucho más grave que la coima a los esposos Humala.
Comenzaron con las “Casas del Alba” o casas de la amistad venezolana que impulsaba Hugo Chávez desde Venezuela. La tolerancia con la que aceptamos esas maniobras ha hecho que igualmente comencemos a ser transigentes con otras injerencias inaceptables como las que con torpeza y desvergüenza pretende el ex presidente Boliviano Evo Morales o la inteligencia cubana disfrazada de ayuda médica.
La injerencia del comunismo internacional se traduce en estos días en las acciones que se repiten alrededor de grandes proyectos mineros.
En algunos casos destruyen campamentos, los queman después de saquear todo lo que encuentran, como ocurrió en Ayacucho. Otras veces bloquean carreteras y los aíslan impidiendo desarrollen normalmente sus actividades. Las Bambas no puede exportar. Cuajone y Toquepala les cortan el suministro de agua y comunidades vecinas bloquean carreteras. La empresa afirma que pese a todo siguen produciendo en forma normal.
Nada de esto ocurriría sin la complicidad de un gobierno empeñado en que el país caiga en un sistema político comunista que ha fracasado en el mundo entero, pero se convierte en éxito rotundo para dirigentes que aspiran ser los nuevos millonarios del siglo XXI sin tener que trabajar.
El voto de confianza al gabinete de Aníbal Torres, decisiones de jueces que favorecen al padrino huanca y las públicas y descaradas movidas políticas de los fiscales que protegen ladrones de alto vuelo, me convencen que se están agotando las posibilidades de frenar el avance del comunismo en el Perú.