Desde que tengo uso de razón electoral, desde que por primera vez pude emitir mi voto en elecciones políticas, se me presentó el mismo dilema, que si por la izquierda o la derecha. Esa primera vez fue para elegir la asamblea constituyente de 1978-79.
La derecha estaba representada, entre otros por el Apra y el Partido Popular Cristiano que juntos sumaron 62 de los 100 escaños. Luego hubo varios partidos que disputaban la herencia de Marx y la dictadura militar: Frente Obrero Campesino Estudiantil y Popular FOCEP, Partido Socialista Revolucionario, Partido Comunista del Perú, Unidad Democrática Popular, Frente Nacional de Trabajadores y Campesinos y el Partido Demócrata Cristiano, que juntos sumaban 34 escaños. Odriistas y Pradistas fueron 4.
El gran ausente fue Acción Popular que después ganó las elecciones de 1980 con Fernando Belaunde Terry.
Cinco años después, en 1985 Alan García lleva al Apra al gobierno con 32 senadores y 107 diputados mientras el frente de Izquierda Unida consiguió 15 senadores y 48 diputados.
El desastre que significó el primer gobierno aprista, con hiperinflación, terrorismo, desabastecimiento y caos social motivó el surgimiento del movimiento de derecha más grande jamás imaginado en el Perú, con Mario Vargas Llosa a la cabeza, frente a un offsider apoyado por la izquierda que fue Alberto Fujimori.
Contra todo pronóstico ganó Cambio 90, la izquierda fujimorista, pero en el congreso el Movimiento Libertad de Vargas Llosa y el Apra hacían mayoría. Fujimori los disolvió el 5 de abril de 1992. Cambio 90, lo primero que cambió fue su línea política y se convirtió rápidamente en una derecha bruta y achorada.
En el 95 volvió a ganar Fujimori que postuló con una interpretación abusiva y “autentica” del texto legal que prohíbe la reelección. Intentar el mismo abuso en el 2000 significó su caída y a la postre terminar tras las rejas, hasta hoy.
Alejandro Toledo llegó al poder en 1991 con el apoyo de la izquierda sobre su adversario Alan García, que falló en su intento de volver al gobierno y sin embargo lo consiguió el 2006, sobre Ollanta Humala que apareció con las banderas del chavismo venezolano. Fue la última vez que ganó la derecha o centro derecha, como le quieran decir.
El 2011 resultó inevitable el triunfo de Humala, apadrinado por Hugo Chávez e Inacio Lula da Silva y bendecido por Mario Vargas Llosa, sobre la derechista Keiko Fujimori. Una hoja de ruta limitó las pretensiones chavistas de Humala y una esposa desbordada de poder complicó su mala gestión.
El 2016 Pedro Pablo Kuczynski precedido por una trayectoria pro empresarial, promotor de inversiones, se enredó en alianzas que sobrevinieron en un giro de 180 grados en su línea política, de abanderado de la derecha pasó a ser instrumento de la izquierda. Poco duró la maniobra y renunció el 21 de marzo de 2018, antes de ser vacado por sus vínculos con Odebrecht.
Lo sucedió Martín Vizcarra que, al ver un congreso adverso, igual que Fujimori lo disolvió el 30 de setiembre del 2019. El 26 de enero del 2020 hubo elecciones parlamentarias extraordinarias: AP 25, Podemos Perú 11, Frepap 15, APP 13, Partido Morado 9, Fuerza Popular 15, Unión por el Perú 13, Frente Amplio 11, Somos Perú 11. El nuevo congreso vacó a Vizcarra por incapacidad moral permanente el 10 de setiembre de 2020.
Pedro Castillo, abiertamente de izquierda, fue proclamado ganador de las elecciones el 20 de julio de 2021, siendo candidato del partido Perú Libre, en un proceso cuestionado por impedir confrontar pruebas desechadas malamente con abuso del voto dirimente.
Candidatos de izquierda que se pasan a la derecha y viceversa, es nuestra realidad. No hay aplazaos (Que va a haber) ni escalafón, los inmorales nos han iguala’o
Si uno vive en la impostura y otro hala en su ambición, da lo mismo que sea cura, colchonero, rey de bastos, caradura o polizón.
Hoy resulta que es lo mismo ser derecho que traidor, ignorante, sabio, choro,
generoso o estafador, ¡Todo es igual!, ¡Nada es mejor! Lo mismo un burro
que un gran profesor.