23.8 C
Lima
sábado, noviembre 23, 2024

CASTILLO Y EL PERIODISMO

El presidente Castillo tiene una mala relación con la prensa, desde la campaña electoral. Piensa que es otro escenario para la confrontación permanente, como la política. Está al borde de la vacancia, como Vizcarra.

El Perú se mueve, desde hace años, en la mitad del ranking mundial de libertad de prensa, debido a que presenta problemas significativos en aquellos rubros que miden Reporteros sin Fronteras, que se ocupa de elaborar esta clasificación.

Estamos distantes de Chile y Uruguay que andan mejor, pero por encima de Venezuela y Bolivia que son la vergüenza sudamericana.

¿Cuáles son esos problemas significativos que nuestros gobernantes y colegas permiten que subsistan?

Son varios, pero trataré de hacer un rápido resumen comenzando por los periodistas que sufren represalias cuando abordan conflictos sociales o problemas medioambientales a veces de malos empresarios y otras veces de agitadores profesionales.

Si la prensa denuncia casos de corrupción o la infiltración del narcotráfico en el engranaje de los órganos del Estado, la vida del periodista corre grave peligro.

Las leyes contra la difamación son principales amenazas para la libertad de prensa, pues son usadas para intimidar, juzgar y sentenciar a periodistas.

En provincias es donde con mayor frecuencia se encuentran en una situación de gran vulnerabilidad, sobre todo cuando denuncian la corrupción, el narcotráfico y el tráfico de todo tipo de productos (droga, madera, etc.).

Existe una gran concentración de los ingresos y de la propiedad de los medios de comunicación. Es lo que sostienen los observadores internacionales y si bien la legislación peruana permite la concentración, no quiere decir que eso esté bien. Es legal pero no legítimo dicen ahora, no es correcto, está mal que sea así.

El trabajo de los periodistas se ha visto complicado por las dificultades en el acceso a la información y falta de transparencia de las autoridades políticas. Difícil acceso a las fuentes, a una cuadra de palacio.

Cada cambio de gobierno es una oportunidad de corregir aquello que está mal y aunque suene a iluso, Pedro Castillo tuvo una valiosa oportunidad de corregir aquello que está mal.

Uno de los factores que determina y mide la libertad de expresión es la pluralidad de la información. El control del contenido de las publicaciones influye en la vida diaria de las personas, de 33 millones de peruanos y marca, aunque a algunos les duela, la agenda política del Estado. Son los “dueños de la verdad”.

Los propietarios de las más grandes cadenas de radio y televisión, así como de los periódicos impresos y medios digitales, han encontrado ingeniosas fórmulas para sacarle la vuelta a la ley antimonopolio.

No hay transparencia en la información sobre los propietarios ni en el manejo de la publicidad por parte del Estado. Uno de los requisitos de la libertad de expresión es la pluralidad en la información y en las opiniones que llegan al público.

Algunos medios hacen las veces de boletines de propaganda política de grupos enquistados en el aparato del Estado.

El control de los medios de forma monopólica y el uso de fuentes de información únicas para presentar una visión fragmentada e interesada de la realidad, constituye un obstáculo para la difusión del pensamiento propio.

El gobierno de Castillo está como está, debido a que no sabe manejar su relación con la prensa.

Mas leídos

GENIO Y FIGURA HASTA LA SEPULTURA

AL FILO DE LA NAVAJA

COMERSE A ALGUIEN CON LOS OJOS

IR DE PUNTA EN BLANCO

Artículo anterior
Artículo siguiente