El cuerpo de un pecador pesa más que el de uno purificado, es una frase extraída del cuento ”La máquina de Utobio” un físico nuclear que había tomado los hábitos y fundado la Orden de los Peregrinos, para construir un acumulador de energía espiritual para la salvación de las almas.
Es uno de los ocho cuentos que forman parte de “Pluma de ganso” que publicó Esteban Quiroz Cisneros de Lluvia Editores en homenaje póstumo a Giovanni Quero Zanini.
No he querido dejar pasar más días desde la presentación de la obra, que fue también la manera como sus amigos nos despedimos de este gran personaje que perdimos hace poco tiempo con la pandemia.
Convocados por su esposa nos reunimos alrededor de veinte personas en el Olivar de San Isidro y formamos un círculo en el que su hijo Morgan condujo la ceremonia que seguramente es la manera como habría preferido Giovanni para despedirse de este mundo.
No creía en Dios, pero andaba preocupado por la salvación de las almas (ex alumno marista de San Isidro), tampoco tenía fe en los políticos, pero era uno de sus temas preferidos de conversación, no había nacido en el Perú, pero conocía todos sus rincones, a su gente y nuestras costumbres, tampoco se sentía europeo, pero transmitía esa manera diferente que tienen de ver el mundo.
Sin brujos ni hechiceros compartimos un momento mágico en el que pudimos expresar nuestro respeto y admiración por el fabricante de spots, el narrador del Maestro del Go, El Perú contra el Diablo y El Efecto Trasnalia.
Seguramente se habría sentido cómodo con la etiqueta de imagólogo aunque fue un filósofo, poeta, narrador, periodista, analista y adivinador, porque anticipaba al futuro con la lucidez de quienes son capaces de entender el Perú.
Extraño sus conversaciones, el café que preparaba como en Francia, sus preguntas sorprendentes sobre detalles casi imperceptibles que son la clave para entender los enigmas políticos, sus frases filudas para explicar lo que es la vida.
Pluma de Ganso es el último recuerdo de una amistad que se resiste a quedar en el olvido. Es otro de sus muchos testimonios que deja en este mundo con la intención siempre de obligarnos a pensar.
